31 de enero de 2016

Actualidad literaria

PREMIOS DE LITERATURA 

INFANTIL Y JUVENIL


A lo largo de este mes se han dado a conocer los ganadores de la XXIV edición de los Premios Edebé de Literatura Infantil y Juvenil:

- El Edebé infantil ha sido para Jordi Sierra i Fabra, quien por tercera vez consigue este galardón; en esta ocasión, con El aprendiz de brujo y Los Invisibles, una novela de tono gótico, en la que el autor nos cuenta la historia de un niño asesinado que vuelve a la vida y junto a sus amigos busca al culpable.

- El Edebé juvenil ha recaído en Luis Leante con Huye sin mirar atrás, un thriller en el que el protagonista se ve envuelto en misterios y persecuciones cinco años después de la muerte de su padre.



La escritora Mónica Rodríguez ha sido doblemente premiada este mes: 
- con el Premio Anaya de Literatura Infantil y Juvenil por la novela Alma y la isla. La protagonista es Alma, una niña negra que llega del mar en una barca y es salvada por un pescador, el padre de Otto. Durante los días en los que Alma vive con la familia de Otto, antes de ser enviada a una casa de acogida, salen a la luz emociones antagónicas. Pero la amistad entre los dos niños trasciende la posible distancia cultural de los primeros momentos.
- con el Premio Alandar de la editorial Edelvives por La partitura, que cuenta la historia del compositor Daniel Faura y plantea «dilemas morales asociados al amor pasional y obsesivo, la libertad individual o el maltrato, así como la estrecha relación existente entre la personalidad de un autor y su creación musical».

 

El Premio Ala Delta, de la misma editorial, ha recaído en Daniel Hernández Chambers, autor de la saga El legado de Olkrann, quien ha ganado con la novela infantil, El secreto de Enola, en la que promete misterio, realismo y toques de humor.


¡MUCHAS FELICIDADES A TODOS!

30 de enero de 2016

Día de la Paz


MÚSICA POR LA PAZ


Hoy, Día Escolar de la No Violencia y la Paz, seguimos insistiendo en la necesidad de educar para la tolerancia, la solidaridad y el respeto a los Derechos Humanos. 
En un año marcado por tantos refugiados huyendo de la guerra, recordamos la letra de esta canción del músico argentino León Gieco, Sólo le pido a Dios (1978), cuyo clamor sigue lamentablemente de plena actualidad. 

Sólo le pido a Dios
que el dolor no me sea indiferente,
que la reseca muerte no me encuentre
vacío y solo sin haber hecho lo suficiente.

Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente,
que no me abofeteen la otra mejilla
después que una garra me arañó esta suerte.

Sólo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.

Sólo le pido a Dios
que el engaño no me sea indiferente;
si un traidor puede más que unos cuantos,
que esos cuantos no lo olviden fácilmente.

Sólo le pido a Dios
que el futuro no me sea indiferente.
Desahuciado está el que tiene que marchar
a vivir una cultura diferente.

Sólo le pido a Dios
que la guerra no me sea indiferente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.
Es un monstruo grande y pisa fuerte
toda la pobre inocencia de la gente.


Si quieres oír la canción, te proponemos este vídeo de Mercedes Sosa y León Gieco.