Os proponemos, para este 14 de febrero, cuatro poemas de Amalia Bautista, una de las grandes voces de la poesía española (Madrid, 1962) que nos ha conquistado con estos versos en los que canta al amor en su doble vertiente de sufrimiento, pero también de camino hacia la luz. Esperamos que os gusten.
PIDE
TRES DESEOS
Ver
el alba contigo,
ver contigo la noche
y ver de nuevo el alba
en la luz de tus ojos.
Estoy ausente (Editorial Pre-textos)
IDA
Y VUELTA
Cuando
nos dirigimos al amor
todos vamos ardiendo.
Llevamos amapolas en los labios
y una chispa de fuego en la mirada.
Sentimos que la sangre
nos golpea las sienes, las ingles, las muñecas.
Damos
y recibimos rosas rojas
y rojo es el espejo de la alcoba en penumbra.
Cuando
volvemos del amor, marchitos,
rechazados, culpables
o simplemente absurdos,
regresamos muy pálidos, muy fríos.
Con los ojos en blanco, más canas y la cifra
de leucocitos por las nubes,
somos un esqueleto y su derrota.
Pero
seguimos yendo.
Roto Madrid (Editorial Renacimiento)
EL
PUENTE
Si
me dicen que estás al otro lado
de un puente, por extraño que parezca
que estés al otro lado y que me esperes,
yo cruzaré ese puente.
Dime cuál es el puente que separa
tu vida de la mía,
en qué hora negra, en qué ciudad lluviosa,
en qué mundo sin luz está ese puente,
y yo lo cruzaré.
Roto Madrid (Editorial Renacimiento)
CASA
Son
tus brazos los muros
y
tus labios el techo
de
la casa segura
donde está mi alegría.
Tú
abres las puertas, entro,
me
refugio y me entrego,
mi
dicha y yo volvemos
a
encontrarnos, perplejas.
Y
cada vez es la primera vez.
Falsa
pimienta (Editorial
Renacimiento)
Podéis escuchar
estos poemas en las voces de Karima Messlek, Yerainy Almonte, Sofía Rogel, Iria
Garzón y Aracely Nayra Coria, de 3º ESO C, a las que agradecemos su
participación en este proyecto.
El departamento de Orientación nos
propone las siguientes lecturas y recursos para conmemorar el Día internacional de la mujer y la niña en
la ciencia:
1.Hidden Figures de Margot Lee Shetterly
Este libro cuenta la historia de las
matemáticas afroamericanas que trabajaron en la NASA y que fueron cruciales en
el éxito de las misiones espaciales. Es una lectura inspiradora que muestra
cómo estas mujeres desafiaron las barreras de género y raza para alcanzar el
éxito en el campo científico.
2. Rosalind Franklin: The Dark Lady of DNA de Brenda Maddox
Este libro ofrece una mirada profunda
a la vida de Rosalind Franklin, una científica cuyas investigaciones fueron
clave en el descubrimiento de la estructura del ADN. Una lectura fascinante que
resalta la importancia de reconocer las contribuciones de las mujeres en la
ciencia.
3. Women in Science: 50 Fearless Pioneers Who Changed the World de Rachel Ignotofsky
Con hermosas ilustraciones y
biografías inspiradoras, este libro destaca a 50 mujeres que hicieron grandes
contribuciones en diversos campos científicos. Es perfecto para adolescentes y
una gran fuente de inspiración para futuras científicas.
4. The Glass Universe: How the Ladies of the Harvard Observatory Took the
Measure of the Stars de Dava Sobel
Este libro narra las historias de las
mujeres que trabajaron en el Observatorio de Harvard y que hicieron importantes
descubrimientos astronómicos. Una lectura que muestra cómo estas mujeres
cambiaron nuestra comprensión del universo.
5. Lab Girl de Hope Jahren
Una autobiografía de la geobióloga
Hope Jahren, que ofrece una visión personal y cautivadora de su vida y carrera
en la ciencia. Es una lectura motivadora que puede inspirar a los adolescentes
a seguir sus pasiones científicas.
Este año, para conmemorar el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, os proponemos la lectura de un cuento: Mil grullas de Elsa Bornemann.No os perdáis la historia de Naomi
y Toshiro, dos niños que viven en Hiroshima en 1945. Unidos por el cariño y el
afecto, el verano los sorprenderá con un sol que estalla. Es la bomba atómica.
En un acto de amor incomparable, Toshiro hará con sus manos mil grullas para
salvar a su amiga.
Naomi Watanabe y Toshiro Ueda creían que el mundo
era nuevo. Como todos los chicos.
Porque ellos eran nuevos en el mundo. También, como
todos los chicos. Pero el mundo era ya muy viejo entonces, en el año 1945, y
otra vez estaba en guerra. Naomi y Toshiro no entendían muy bien qué era lo que
estaba pasando.
Desde que ambos recordaban, sus pequeñas vidas en
la ciudad japonesa de Hiroshima se habían desarrollado del mismo modo: en un
clima de sobresaltos, entre adultos callados y tristes, compartiendo con ellos
los escasos granos de arroz que flotaban en la sopa diaria y el miedo que
apretaba las reuniones familiares de cada anochecer en torno a la noticia de la
radio, que hablaban de luchas y muerte por todas partes.
Sin embargo, creían que el mundo era nuevo y
esperaban ansiosos cada día para descubrirlo.
¡Ah... y también se estaban descubriendo uno al
otro!
Se contemplaban de reojo durante la caminata hacia
la escuela, cuando suponían que sus miradas levantaban murallas y nadie más que
ellos podían transitar ese imaginario senderito de ojos a ojos.
Apenas si habían intercambiado algunas frases. El
afecto de los dos no buscaba las palabras. Estaban tan acostumbrados al
silencio...
Pero Naomi sabía que quería a ese muchachito
delgado, que más de una vez se quedaba sin almorzar por darle a ella la ración
de batatas que había traído de su casa.
–No tengo hambre –le mentía Toshiro, cuando veía
que la niña apenas si tenía dos o tres galletitas para pasar el mediodía–. Te
dejo mi vianda –y se iba a corretear con sus compañeros hasta la hora de
regreso a las aulas, para que Naomi no tuviera vergüenza de devorar la ración.
Naomi... Poblaba el corazón de Toshiro. Se le
anudaba en los sueños con sus largas trenzas negras. Le hacía tener ganas de
crecer de golpe para poder casarse con ella. Pero ese futuro quedaba tan lejos
aún...
El futuro
inmediato de aquella primavera de 1945 fue el verano, que llegó puntualmente el
21 de junio y anunció las vacaciones escolares.
Y con la misma intensidad con que otras veces
habían esperado sus soleadas mañanas, ese año los ensombreció a los dos: ni
Naomi ni Toshiro deseaban que empezara. Su comienzo significaba que tendrían
que dejar de verse durante un mes y medio inacabable.
A pesar de que sus casas no quedaban demasiado
lejos una de la otra, sus familias no se conocían. Ni siquiera tenían entonces
la posibilidad de encontrarse en alguna visita. Había que esperar pacientemente
la reanudación de las clases.
Acabó junio, y Toshiro arrancó contento la hoja del
almanaque...
Se fue julio, y Naomi arrancó contenta la hoja del
almanaque...
Y aunque no lo supieran: “¡Por fin llegó agosto!”,
pensaron los dos al mismo tiempo.
Fue justamente el primero de ese mes cuando Toshiro
viajó, junto a sus padres, hacia la aldea de Miyashima. Iban a pasar una
semana. Allí vivían los abuelos, dos ceramistas que veían apilarse vasijas en
todos los rincones de su local.
Ya no vendían nada. No obstante, sus manos viejas
seguían modelando la arcilla con la misma dedicación de otras épocas.
–Para cuando termine la guerra... –decía el abuelo.
–Todo acaba algún día... –comentaba la abuela por
lo bajo. Y Toshiro sentía que la paz debía de ser algo muy hermoso, porque los
ojos de su madre parecían aclararse fugazmente cada vez que se referían al fin
de la guerra, tal como a él se le aclaraban los suyos cuando recordaba a Naomi.
Si
quieres seguir leyendo esta bonita historia, pulsa aquí.
También puedes ver el proceso de creación de las grullas mientras escuchas el cuento en este vídeo conmemorativo del Día de la Paz:
Y este es el manifiesto que han elaborado nuestros "embajadores de la paz", en español y en inglés:
Aprovechamos para dar las gracias a todos los participantes, en especial a la profesora Begoña Fernández, que ha sido el alma de este precioso homenaje a la PAZ.
La
vida cotidiana está llena de desafíos y momentos de crecimiento. A veces, puede
parecer abrumador, pero queremos recordaros que no estáis solos. La lectura
puede ser una herramienta poderosa para enfrentar estos desafíos y encontrar
inspiración en cada página.
Os
invitamos a sumergiros en nuestra selección de libros, especialmente elegidos
para ayudaros a navegar por las cuestiones que más os preocupan y mucho más. A
través de las historias y experiencias de los personajes, podréis encontrar
consuelo, comprensión y nuevas perspectivas.
Estos
libros no solo os ofrecerán respuestas, sino que también os ayudarán a haceros
las preguntas adecuadas. Podréis descubrir cómo otros jóvenes han afrontado y
superado situaciones similares a las vuestras y aprender de sus experiencias.
Además, la lectura puede ser una excelente manera de desconectar, relajarse y
encontrar un momento de paz en medio del ajetreo diario.
Recordad
que cada libro es una puerta a un nuevo mundo, lleno de posibilidades y
aprendizajes. Así que, tomad un libro, encontrad un rincón tranquilo y dejad
que las palabras os guíen. Estamos seguros de que encontraréis algo que os
inspire y os motive a seguir adelante.