Un año más hemos celebrado el XIV Concurso de Poesía y Relato corto Francisco Salinas con el tema: "Un color: VERDE". En la modalidad de Poesía, el ganador ha sido Kevin Alexander Rivera Anaya, de 2º de Bach. A con su poema "Mi tierra". La modalidad de Relato corto ha quedado desierta.
MI TIERRA
Entre ladera y ladera, va pregonando un camino con sus orillas de arena.
Se contempla el heno y las amapolas que le dan color;
se oye como un gemido, como un susurro de agua pura y cristalina,
que baja y serpentea entre ambas verdes laderas;
agua brindada por el cielo, para algún labrador que la pidiera,
pues con su madrugar y trabajo, hace germinar la tierra.
Cuán grande puede ser el precio de ver esto cuando la noche llega,
de vislumbrar en el oscuro cielo, Alfa Centauri centellea;
que con sus rayos me ilumina el río entre esta y la otra verde ladera.
Rodeado mi pensamiento de todo esto, discurrirán los días, pasará la primavera;
pasará marcando siempre el sendero que mis ojos derivan desde la negra ribera.
No viviría nunca tan solo si la distancia no me lo impidiera;
de verte y haber perdido la posibilidad de quererte más
y esta mi última exposición quisiera.
Que si tanto amor te entrego es en respuesta al amor que tú me dieras.
Todo mi corazón te entrego,
¡A TI, MI TIERRA!
La tierra de la verde ladera.
Que contigo mis noches eran dulces y placenteras y
desde que me encuentro exiliado, duermo con ojeras;
que, si el pleito desdichado no fuese entrometido por picapleitos cizañeras,
tú y yo seríamos así como fue Julio César, los dueños de la verde tierra.
Todo lo que te juré, hoy en juramentos queda;
quisiera volver a estar entre tus verdes hierbas, ese banco y las charlas verdaderas.
Arreglábamos el mundo, juntos una indomable fiera;
solo un segundo bastó para que te quemaras entera.
Lo siento por no saber apagar el fuego que en tus entrañas hacía que todo pereciera.
Me fui a otro pueblo por miedo a que el fuego me calcinara.
Tú quedaste sola, sin reprocharme nada
y yo emprendí una nueva vida, de penurias y amarguras.
Tú te poblaste de nuevo y tus valles surgieron en lo que antes eran llanuras.
A causa del destino te vi cuando tuve que ir a Extremadura.
Te vi hermosa, verdosa e incluso tenías una preciosa laguna.
Sí, así es, morí exiliado de mi propia tierra
no por mi decisión, sino porque tenía miedo de volver a ser el que era.
Fotografía de Verónica Rodríguez Hernandez (1º ESO B) |
y agradecer a todos los
participantes su implicación en esta edición.
Volveremos con nuevas propuestas el curso próximo.