Imagen: The book of love |
Celebramos este 14 de febrero con dos sonetos de dos clásicos de la literatura barroca, Quevedo y Lope de Vega. Ambos coinciden en una definición del amor como un sentimiento contradictorio, un juego de opuestos que refleja la diversidad de emociones que despierta... Quién lo probó lo sabe.
Definiendo el amor
Francisco de Quevedo
Es hielo abrasador, es
fuego helado,
es herida que duele y no se siente, es un soñado bien, un mal presente, es un breve descanso muy cansado.
Es un descuido que nos da
cuidado,
un cobarde con nombre de valiente, un andar solitario entre la gente, un amar solamente ser amado.
Es una libertad
encarcelada,
que dura hasta el postrero parasismo, enfermedad que crece si es curada.
Éste es el niño Amor, éste
es tu abismo:
mirad cuál amistad tendrá con nada el que en todo es contrario de sí mismo. |
Soneto
Lope
de Vega
Desmayarse, atreverse,
estar furioso,
áspero, tierno, liberal, esquivo, alentado, mortal, difunto, vivo, leal, traidor, cobarde y animoso;
no hallar fuera del bien
centro y reposo,
mostrarse alegre, triste, humilde, altivo, enojado, valiente, fugitivo, satisfecho, ofendido, receloso;
huir el rostro al claro
desengaño,
beber veneno por licor süave, olvidar el provecho, amar el daño;
creer que un cielo en un
infierno cabe,
dar la vida y el alma a un desengaño; esto es amor, quien lo probó lo sabe. |
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