Celebramos el Día de los Derechos Humanos con un poema de Marcos Ana, poeta español recientemente fallecido, que nos habla de la falta de libertad. Él fue el preso político que más tiempo pasó en cárceles franquistas, de ahí su necesidad de concienciar a la Humanidad sobre los derechos fundamentales.
¿La vida?
Decidme cómo es un árbol.
Decidme el canto de un río,
cuando se cubre de pájaros.
Habladme del mar. Habladme
del olor ancho del campo.
De las estrellas. Del aire.
Recitadme un horizonte
sin cerradura y sin llaves
como la choza de un pobre.
Decidme cómo es el beso
de una mujer. Dadme el nombre
del amor: no lo recuerdo.
¿Aún las noches se perfuman
de enamorados con tiemblos
de pasión bajo la luna?
¿O sólo queda esta fosa,
la luz de una sepultura
y la canción de mis losas?
Veintidós años... ya olvido
la dimensión de las cosas,
su color, su aroma...
Escribo a tientas: “el mar”, “el
campo”...
Digo “bosque” y he perdido
la geometría de un árbol.
Hablo por hablar de asuntos
que los años me borraron.
(No puedo seguir:
escucho los pasos del
funcionario).
(De
Marcos Ana, En las soledades del muro)