Fernando del Paso |
“Para mí, la poesía es la expresión más alta que puede haber.”
Fernando del Paso
PREMIO CERVANTES 2015
Fernando
del Paso (Ciudad de México, 1935) es uno de los escritores más importantes de
las letras mexicanas del siglo XX. Autor de novelas como José Trigo (1966) o Palinuro de México (1977), su
trabajo le ha valido premios tan distinguidos como el Premio Nacional de
Ciencias y Artes, en 1991; el Rómulo Gallegos, en 1982; o el Premio Cervantes
2015, el máximo galardón de literatura en castellano, que acaba de recibir por
su “aportación al desarrollo de la novela aunando tradición y modernidad”.
Sin embargo, nos acercamos hoy a su faceta de poeta (Sonetos de lo diario, 1958; Sonetos del amor y de lo diario, 1997; Castillos en el aire, 2002; y PoeMar, 2004) con uno de sus primeros sonetos y con un poema inédito:
Como
el oro, por rubio, es tu cabello.
El oro y el otoño, que es su hermano,
se despiden, volando, del verano
y viajan, río abajo, por tu cuello.
Y yo, que me robé y guardé un destello
en el hueco más claro de la mano,
una carta, en las hojas de un manzano
te escribo con su brillo, la embotello
en un litro de luz y te la envío,
y dice así: “el mar, mi casa entera,
el corazón, mis ojos, cinco rosas:
por ahogarme de nuevo en ese río
de dorada quietud, qué no te diera:
mi peso en oro, en sol, en mariposas...”
El oro y el otoño, que es su hermano,
se despiden, volando, del verano
y viajan, río abajo, por tu cuello.
Y yo, que me robé y guardé un destello
en el hueco más claro de la mano,
una carta, en las hojas de un manzano
te escribo con su brillo, la embotello
en un litro de luz y te la envío,
y dice así: “el mar, mi casa entera,
el corazón, mis ojos, cinco rosas:
por ahogarme de nuevo en ese río
de dorada quietud, qué no te diera:
mi peso en oro, en sol, en mariposas...”
De Sonetos de lo diario, 1958
Cuestión de identidad
La
palabra no es vieja,
por fortuna.
Yo no soy la palabra,
por desgracia.
por fortuna.
Yo no soy la palabra,
por desgracia.
Cuando
la palabra me dice,
la palabra me retrata.
Cuando digo a la palabra,
la palabra se espanta.
la palabra me retrata.
Cuando digo a la palabra,
la palabra se espanta.
La
palabra es un río cuando el río es un cometa.
Un cometa es la nube cuando la nube llueve,
la nube llueve cuando en mi cuaderno
escribo la palabra “lluvia” mil veces.
Un cometa es la nube cuando la nube llueve,
la nube llueve cuando en mi cuaderno
escribo la palabra “lluvia” mil veces.
Yo
no soy la palabra
pero quisiera serlo
para volar con ella
de tiempo en tiempo,
de boca en boca.
para volar con ella
de tiempo en tiempo,
de boca en boca.
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