El Día de la Biblioteca, que se celebra desde 1997 por iniciativa de la Asociación de Amigos del Libro Infantil y Juvenil, pretende potenciar la lectura y la información a través de la palabra y de la imagen.
Este año el cartel es obra del ilustrador Miguel Calatayud y el pregón, de la escritora Gemma Pasqual.
LA
SIN CUENTO
No quería ser princesa,
no quería ser liberada por el príncipe azul. Tampoco que el beso de un Príncipe
la devolviera a la vida; ni que la salvara de la explotación infantil, no
quería esconderse en la casa de los siete enanitos y ser su criada hasta que un
príncipe la viniese a rescatar. No era capaz de renunciar a su voz por el amor
de un muchacho; ni esperaba que San Jorge la salvara del dragón. Nobles
princesas condenadas a dormir o al silencio, por orden de una madrastra, de un
padre o de un hada buena.
Y se calzó sus zapatos
rojos y huyó de su cuento, corrió y corrió buscando refugio, convirtiéndose en
una sin cuento. Era una sin libro, una sin papeles, no la querían en ninguna
parte.
En una cáscara de nuez
navegó por el Mar de las Letras, y naufragó. Nadaba contracorriente, fuertes
olas de frases la ahogaban, y cuando se dio por vencida y se abandonó a su
suerte, de repente, la salvó la capitana Pippi Långstrump, una niña libre,
generosa, que nunca se aburría, que se atrevía a cuestionar el razonamiento de
los adultos. Acompañada por Matilda navegaban por el mar de las letras para
rescatar a todos aquellos personajes que se aventuraban a cruzar el mar
buscando un cuento mejor. Heroínas con fuerte sentido de la justicia y del
deber de proteger a los más débiles.
Finalmente, después de
muchas tribulaciones llegaron a puerto seguro, el Puerto de la Biblioteca, el
Paraíso del que le había hablado Borges. Un lugar lleno de tesoros hundidos,
como le había dicho Virginia Woolf; una nave espacial que la llevaría a los
puntos más lejanos del universo; una máquina del tiempo que la transportaría al
pasado lejano y al lejano futuro; una salida a una vida mejor, más feliz y más
útil, como le explicó Isaac Asimov. Un lugar donde no necesitaba ser princesa
para ser la protagonista de todos los cuentos.
Larga vida a las
bibliotecas, refugio de todos, también de los sin cuento, de los sin libro, de
los sin papeles, de las niñas que no quieren ser princesas y de los niños que
no quieren ser héroes. Larga vida a los bibliotecarios y bibliotecarias,
guardianes del Paraíso, de máquinas del tiempo y de grandes tesoros como son
los libros.
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